El proyecto propone un producto editorial orientado hacia edificios emblemáticos de la arquitectura uruguaya. Se trata de la posibilidad de transformar edificios en "museos vivos" a partir de una experiencia actualmente en proceso: El Palacio Salvo. En este valioso ejemplar arquitectónico se han consolidado recorridos internos con guías especializadas, que permiten un recorrido por sus partes más importantes: exposición de planta baja, apartamento especialmente montado para charlas y exposiciones, terraza con huerta orgánica y mirador superior. Esta experiencia habla de una presencia de visitantes que alcanza en número a las 11.000 personas anuales y que puede ser trasladada a otros edificios de igual jerarquía arquitectónica existente en el país.
Se sugieren obras de relieve y reconocimiento, algunos de ellos Monumentos Históricos Nacionales o Bienes de interés Departamental que se ubiquen en distintas zonas del país.