La difícil lucha cotidiana que la mujer sigue entablando por la recuperación de su dignidad, ya sea en la fábrica, en la oficina y sobre todo en su agridulce hogar, está sintetizada con lucidez e ironía a lo largo de esta galería de tipos: la obrera, el ama de casa, la pasota, la prostituta.
Franca Rame y Dario Fo perfilan y confieren carne teatral a estos personajes emblemáticos, introduciéndolos en situaciones grotescas, donde el arma de la risa desvela y golpea en los puntos más frágiles y que más pueden dolerle al eterno antagonista, el hombre: su falta de comprensión, su egoísmo, su rechazo a toda posible transformación que conlleve la renuncia a los privilegios heredados y tan defendidos. Pero el feminismo de los autores, aun siendo implacable y certero como una dentellada, jamás resulta fanático o sombrío: su ironía rescata, a veces mediante una tierna comprensión, la necesidad de una visión crítica y solidaria de las siempre difíciles relaciones entre mujer y hombre.
Tienen tratamiento de farsa, con una segura carga cómica, y analizan el entorno familiar y laboral «La violación», terrible narración de una mujer que ha padecido esa forma de violencia que por desgracia sigue ocupando casi a diario la crónica de sucesos.
Se puede rastrear cierta progresión dramática en esta selección, tanto temática como cronológica, a medida que el discurso crítico se va haciendo más duro y directamente acusador, al pasar del terreno más inmediato y «casero», donde se manifiesta la injusticia familiar educacional y heredada, al marco de una sociedad donde aún son posibles formas de violencia tan demenciales y extremas como la violación y la tortura.